Sal para piscina y cloración salina
Cada vez son más los usuarios que apuestan por piscinas salinas, y el uso de sal para piscina y cloración salina es imprescindible para su correcto mantenimiento. Es un sistema alternativo al uso de cloro y otros productos químicos, que tiene numerosas ventajas para los bañistas y, además, es compatible con todo tipo de piscinas. Da igual si son de gresite, de poliéster o linier, basta con instalar el sistema adecuado para utilizar la sal para piscina y poder disfrutar de una piscina de cloración salina.
Qué sal para piscinas utilizar
Antes de hablar de sales, es imprescindible saber cómo funcionan las piscinas de cloración salina. La clave está en el clorador, el aparato por el que circula el agua. Unos electrodos situados en su interior descomponen las moléculas de la sal en un proceso llamado electrólisis, y el resultado es un cloro natural (la sal no deja de ser cloruro de sodio) que desinfecta el agua al salir del clorador. Solo hay que instalar el sistema en la piscina, y las moléculas de la sal se unen de nuevo para poder repetir el proceso.
Habitualmente se utilizan sales vacuum como las que producimos en Jumsal. Por un lado, está la Sal Húmeda TTH, y por otro lado ofrecemos las sales vacuum secas. Todas son sales minerales que extraemos de un diapiro salino en la Sierra de la Carche en Jumilla (Murcia). Entre las sales secas para piscina tenemos la Sal Seca TT1 y la Sal Seca en pastillas.
En líneas generales, hay que utilizar unos 5 o 6 gramos de sal por litro de agua. Una vez disuelta, se activa el clorador para la correcta limpieza de la piscina. Hay que controlar regularmente los niveles de sal (la evaporación, el rellenado del vaso o los lavados del filtro harán que se reduzca) y repetir la operación cuando sea necesario. La sal en pastillas facilita el cálculo de las cantidades.
Ventajas del uso de sal para piscina y cloración salina
Hay muchas razones para apostar por la cloración salina en piscinas, empezando por su respeto por el medioambiente. Al prescindir de los productos químicos, se evitan las reacciones o irritaciones que estos producen en la piel y en los ojos de los bañistas. La propia sal incluye cloro ecológico y natural, de modo que evita la aparición de bacterias, hongos o microorganismos sin tener que recurrir a productos dañinos para la naturaleza. Además, supone un importante ahorro en productos químicos para piscinas.
A pesar del uso de la sal para su limpieza, la concentración salina es inferior al 10 %, de modo que no se trata de una piscina salada. Son unos niveles de salinización muy inferiores a los del agua del mar, así que no resecará la piel o el cabello de los bañistas como pasa en la playa. Esta escasa concentración de sal también impide los daños a la vegetación que rodea a la piscina, como el césped, los setos o los árboles que la rodean. Tampoco se ven afectadas las instalaciones: si hay una escalera de metal, no se deteriorará antes por culpa de la sal.
En conclusión, el uso de sal para piscina y cloración salina es beneficioso para los bañistas y para el medioambiente. Eso sí, habrá que utilizar sales de calidad como las de Jumsal para conseguir el mejor resultado. Solo utilizando una buena sal para piscinas se consigue prolongar la vida útil del clorador. Es un sistema muy fácil de instalar, el mantenimiento del clorador es muy simple y solo hay que estar atentos a los niveles de sal y al pH del agua para añadir más sal si es preciso.