Cómo evitar que se humedezca la sal
La sal es el condimento por antonomasia de las comidas, pero para que le otorgue ese sabor que se busca es importante mantenerla en perfectas condiciones y sin rastros de humedad, algo que suele ocurrir con frecuencia por su capacidad de absorción. ¿Cómo evitar que se humedezca la sal? Aquí se destacan algunos sencillos consejos que funcionan muy bien.
Cómo evitar que se humedezca la sal
Para evitar que la sal se humedezca y estropee el sabor de las comidas o, incluso, que no pueda salir con facilidad del salero pueden llevar a cabo algunas de estas sencillas sugerencias, pero muy eficaces. Estas son algunas de las más frecuentes.
Tarros de cristal
Los tarros de cristal son los más adecuados a la hora de almacenar la sal. No se deben utilizar envases de plástico, ya que tienden a absorber la humedad con facilidad. El primer consejo que se debe recordar para un resultado óptimo.
Añadir unos granos de arroz
Es posible haber visto alguna vez unos granos de arroz enteros en los saleros de los restaurantes o en alguna otra casa. Su cometido no es otro que evitar que la sal se humedezca y, además, que salga con facilidad a través de los agujeros del salero. Una técnica de toda la vida que funciona muy bien.
Un consejo: es mejor usar esta técnica en saleros pequeños que en grandes tarros. En los tarros grandes, al introducir la mano para sacar la sal, habrá que estar pendientes de quitar los granos de arroz cada vez que se emplee esta sal.
Otros ingredientes que también funcionan
Los granos de arroz funcionan muy bien a la hora de evitar que la sal se humedezca. Sin embargo, también se pueden añadir otros ingredientes como los granos de café o unas hojas de perejil. Eso sí, es posible que el café se aromatice un poco. Puede escogerse este método para platos a los que se les quiera otorgar un aroma y un sabor especial.
Mantenerla en un sitio fresco y seco
Para mantener la sal sin humedad es muy básico mantenerla en un sitio fresco y seco. Lo normal es que siempre se tenga en la cocina y lo mejor es escoger un sitio lo más alejado posible de la ventana o de cualquier pared o zona húmeda como la nevera. Guardada en la alacena es una de las mejores opciones.
Secar bien el salero
Muchas veces se incorpora la sal a saleros que han sido lavados y que no se han secado del todo o tienen humedad por el clima. Por ello, es importante secar bien los saleros con un paño por dentro. Y para tener la seguridad de que se quedan totalmente secos, se deben poner en una zona de la casa en la que le dé el sol.
Siempre en tarros cerrados
En muchas cocinas la sal se deja en tarros abiertos, sin tapadera o en la bolsa en la que viene envasada. Para evitar que se humedezca, lo mejor es ponerlas en tarros bien cerrados y si el cierre es hermético, mucho mejor. También se puede agitar el tarro de vez en cuando, siempre cerrado, para que no le entre el aire y así evitar los grumos típicos de la sal húmeda.
Ahora que ya se sabe cómo evitar que se humedezca la sal, podrá conseguirse que el condimento esencial por antonomasia se mantenga en perfectas condiciones por más tiempo. En nuestra fábrica de sal contamos con diferentes tipos de sal como la yodada, la nitritada, para salazón o en pastillas para todo tipo de gustos y necesidades. Sal de calidad para quienes buscan productos de primera calidad.