piscina de agua salada
10
May

Mitos y verdades sobre la cloración salina

Muchos son los clientes que se preguntan cuáles son los mitos y verdades sobre la cloración salina a la hora de tratar el agua de sus piscinas. La cloración salina genera muchas dudas, tales como el costo de este tratamiento, si es sencillo de aplicar, si ocasiona daños en la piel y en las instalaciones o si el agua de la piscina pasa a ser agua salada en lugar de agua dulce. Este artículo aclarará las dudas de quienes desean conocer más sobre este eficaz tratamiento. 

Mito 1: El agua de la piscina pasa a ser agua salada 

Es lógico que la cloración salina se base en mantener limpia el agua de la piscina mediante la adición de sal. Sin embargo, la concentración de sal disuelta en el agua es tan baja que resulta prácticamente imperceptible. El agua de mar tiene una concentración de sal del 10 %, mientras que la que alcanza una piscina es muy inferior a ese porcentaje. Además, la sal mineral que proporcionamos a nuestros clientes desde Jumsal es más pura, natural, libre de contaminantes y de muy alta calidad. 

Mito 2: La cloración salina deteriora las instalaciones y la vegetación 

Algunos clientes tienen la falsa creencia de que este método de mantenimiento del agua de una piscina puede ocasionar daños en los materiales de construcción de la estructura, así como en la vegetación que se encuentra alrededor. Esto no es más que un mito, ya que, debido a la baja concentración salina en el agua, ni la vegetación ni el césped sufrirán daños. Lo mismo ocurre con los materiales de los cuales está hecha la piscina, sin importar que se trate de poliéster, liner o gresite. 

Mito 3: Es un sistema complejo de instalar 

Esta creencia es falsa. La instalación requerida por un sistema de cloración salina es, en realidad, muy sencilla. Lo que se debe hacer para instalarlo es colocar el aparato clorador en la tubería de retorno para que, de esta forma, el agua pase por la célula una vez que haya sido filtrada. 

Para colocarlo hay que realizar un corte en el tubo para insertar el clorador antes que el filtro y, luego, volver a unir este tubo. El resto del proceso consiste en hacer las conexiones eléctricas que permitirán que el clorador funcione a la par que la depuradora. 

Verdad 1: Se trata de una limpieza natural 

El cloro es el ingrediente utilizado por excelencia para mantener el agua libre de hongos, bacterias o microorganismos. Sin embargo, la cloración salina aprovecha el cloro natural que se encuentra presente en la sal. También en la sal mineral que ofrecemos a nuestros clientes en Jumsal

Para conseguir la cloración salina, se emplea un aparato llamado clorador, a través del cual pasa el agua. En su interior hay unos electrodos que se encargan de descomponer las moléculas de sal, de manera que se produce cloro ecológico y natural. 

Verdad 2: Se consigue un gran ahorro en productos químicos 

Uno de los mitos que rodea a este método es que resulta muy costoso, pero nada más lejos de la realidad. Instalar un equipo de cloración puede requerir de una inversión inicial que no hay que hacer con los productos tradicionales, pero, de manera posterior, el ahorro obtenido al prescindir de la compra de dichos productos químicos es notable. 

Tras conocer estos mitos y verdades sobre la cloración salina, queda en tu mano utilizarla o no. Desde nuestra fábrica de sal somos proveedores de sal mineral, también conocida como sal de roca. Esta es la mejor opción a la hora de realizar la limpieza del agua de la piscina gracias a que, al no ser un producto procesado químicamente, conserva sus propiedades naturales.