imperio romano sal
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Mar

La sal en el Imperio romano

Posiblemente, hayas oído hablar del «oro blanco» puesto que así se conocía a la sal en el imperio romano. A lo largo de la historia, sus usos y aplicaciones han sido diversos; tanto es así que es un producto indispensable en la cocina, en diferentes industrias y también se emplea como remedio medicinal.

La importancia de la sal en la Antigua Roma

Está más que demostrado que la sal fue un bien preciado en la antigüedad, de hecho, se produjeron grandes luchas para tener el control, según señala el historiador suizo Adarlberto Giovannini, refiriéndose a Roma. A este investigador le resulta insólito que una pequeña ciudad del centro de Italia, por aquel entonces, sin mucha relevancia, tuviera tanto protagonismo en el mundo.

A nadie se le escapa la gran rivalidad entre romanos y etruscos. Curiosamente, a menos de 20 kilómetros de Roma, se encontraba una ciudad, que explotaba algunas de las salinas existentes en la desembocadura del Tíber. El pueblo etrusco tenía grandes habilidades agrarias y despertó el gran interés por las clases poderosas de Florencia y, particularmente, en los Medici.

Durante centenares de años, los romanos buscaron una forma de tener el control de la sal. Ya se tratara de las minas, salinas o arroyos salados, cualquier opción era válida para obtener este recurso tan preciado. Fue el ejército de Marco Furio Camilo responsable de la destrucción de Veyes en 396 a. C. Uno de sus mayores botines fue la ocupación de las salinas de Ostia. De hecho, esta ciudad se llegó a convertir en la vía de entrada después de que el emperador Claudio levantase un puerto en este enclave.

Este fue el punto de partida, porque Roma empezaba así una expansión en la búsqueda de fuentes naturales en la costa adriática. La idea era llegar a las únicas fuentes de sal localizadas en la costa este. Con el paso del tiempo se hizo con las salinas de Nuceria, Hadria y Tarento. Casi todas las fuentes de sal de la zona meridional pertenecían al imperio romano.

La sal no solo se utilizaba para conservar los alimentos, sino que tenía propiedades medicinales muy beneficiosas. De hecho, un ciudadano romano consumía como mínimo 20 kg de sal al año. Esto nos sirve para entender la producción tan elevada para abastecer a la población, así como para hacer negocio.

Su valor fue tan grande que el sueldo de las legiones se abonaba en sal, por este motivo, la palabra salario se relaciona con la sal. De esta forma, podemos comprender la importancia de esta gran fuente de ingresos para esta civilización, que supo sacarle mucho partido a este producto.

Hay muchos tipos de sal en función de uso, sin embargo, no podemos pasar por alto la importancia de Jumsal, ya que somos todo un referente en nuestro país. La diferencia es que ofrecemos una variedad única de la Sierra del Carche en Jumilla, que se extrae a partir de una gema mineral.

La explotación del yacimiento se realiza a través de varios sondeos para perforar hasta alcanzar la profundidad deseada. Posteriormente, se extrae el mineral disuelto en forma de salmuera consiguiendo sales de alta pureza, gracias al método de cristalización mecánica por termo-compresión.

Nuestra empresa, uno de los proveedores de sal con mayor liderazgo en este sector, se caracteriza por ofrecer un gran número de productos elaborados con mucho cuidado y mimo. El cliente podrá comprar sal húmeda corriente, en grano natural, molida, triturada para salazón, sal seca yodada, en pastillas, entre otras posibilidades.

En conclusión, la sal en el imperio romano era una gran fuente de riqueza, tanto es así que todavía seguimos consumiendo esta sustancia tan beneficiosa y con tantos usos y aplicaciones en la cocina y fuera de ella.